Uno de los puestos más demandados en el sector de la hostelería es el de camarero y ayudante de camarero. Y, aunque se pueda pensar que no se requiere una importante formación para ser camarero, un camarero profesional debe reunir una serie de cualidades y requisitos para ser un buen profesional. Si bien es verdad que muchas de estas cualidades pueden adquirise con la experiencia, un buen profesional de la hostelería debe contar con formación y una buena dosis de entrega. Y es que no hay que olvidar que es un puesto muy enfocado a dar un buen servicio al cliente.
Definitivamente la afirmación «cualquiera vale para camarero» no es cierta. Desde Objetivo personal, como agencia de trabajo temporal especializada en sector de la hostelería, reivindicamos la capacitación y cualidades de estos profesionales. Y hacemos todo lo posible por encontrar a las personas más adecuadas y capacitadas para este puesto.
La formación del camarero
La formación es vital en el perfil del camarero. Si una persona se ha formado adecuadamente como camarero podrá adaptarse rápidamente al trabajo en cualquier establecimiento hostelero, independientemente de factores como el tamaño, el organigrama o la organización de cada establecimiento. Además, el sector de la hostelería presenta actualmente una variedad de formatos a los que un camarero profesional no tendrá problemas en adaptarse
Cualidades de un camarero profesional
Trato con el cliente: tener habilidades comunicativas y un trato exquisito con el público es vital para ser buen camarero. La capacidad de escuchar al cliente y saber comunicar la oferta del local de forma cercana, educada y personalizada, son habilidades que un profesional de la hostelería debe reunir.
Conocer lo que ofrece el local y la organización del sitio: el camarero debe conocer cómo se organiza el establecimiento, desde el organigrama del personal y cuáles son las funciones de cada uno hasta la organización de las mesas. Además, es muy importante que conozca la oferta del establecimiento. Así podrá atender y aconsejar a los clientes de forma segura y con buenos resultados. Todos somos clientes de bares y restaurantes y sabemos que muchas veces pedimos consejo a los camareros sobre la carta, por lo que somos conscientes de la importancia que tiene que el camarero sepa responder a esas preguntas con seguridad y acierto. En este sentido, factores como el conocimiento de los alérgenos de cada plato son también fundamentales de conocer por parte del camarero.
Buena memoria: hoy los establecimientos hosteleros no cuentan solamente con el clásico sistema de comandas de varias copias, sino que ya casi todos los bares y restaurantes se apoyan en soluciones tecnológicas como las PDAs. Sin embargo, un camarero debe tener buena memoria. Recordar el número de comensales de la mesa, o quién ha pedido cada plato, son detalles que un buen camarero debe controlar.
Capacidad de gestionar el estrés y situaciones de tensión: en bares y restaurantes es habitual que se produzcan horas punta o picos de trabajo. Los horarios de comida son similares para todos y todos quieren ser servidos lo antes posible. Un camarero debe estar preparado para gestionar estos momentos e incluso las prisas de algunos clientes. Saber controlar estas situaciones y conservar la seguridad y templanza antes situaciones tensas es vital en el buen camarero.
Gestionar el tiempo y distribuir las tareas: de una correcta gestión del tiempo y organización del trabajo dependerá que un camarero sea productivo o no. Un buen profesional controlará los tiempos de las comidas, los momentos en que deben servirse cada plato… y sabrá en que orden ejecutar sus acciones para que sus idas y venidas por el local sean lo más productivas posible.
Como vemos, son muchos los detalles que un buen camarero tendrá controlados. Muchos de ellos, como en todos los trabajos, se aprenden con la práctica y se irán adquiriendo con la experiencia. Pero la formación y las habilidades personales y cualidades de la persona son muy importantes en el perfil del camarero. Por eso, desde Objetivo personal, valoramos a los buenos profesionales y sabemos que ser un buen camarero lleva tiempo, esfuerzo y dedicación.